La patética evolución de la lengua.

He de admitir que, como buena profesional, paso mis ratos libres tomando nestea (que después del verano hay que cuidar la línea) con algún que otro traductor y al final siempre terminamos hablando de lo mismo: lingüística. Últimamente el tema al que hemos llegado varias veces son: la evolución de las palabras. 
Muchas veces sucede que bien por moda, bien por malas traducciones, bien por ser más moderno se introducen palabras o se calcan expresiones que no son en absoluto originarias de una lengua o que, casi peor, tienen otra acepción que no corresponde nada con la nueva acogida. 
Este es el caso, por ejemplo, de la palabra patético, ¿cuántas veces hemos oído la expresión "Eres patético" o "Qué patético"?

Si miramos a la etimología; patético proviene del latín pathetĭcus y esta palabra a su vez del griego  παθητικός (espero que se vea bien con la codificación).
En su origen estas palabras significaban algo inspirador, que impresiona, ¿nadie recuerda la poesía bucólica? el llamado pazos en el que los artistas se inspiraban para componer y crear además de redimirse de sus obligaciones para gozar de la vida. Pues bien, estas palabras evolucionaron al castellano moderno en el que nos encontramos con la palabra patético la cual según la rae significa: 
Que es capaz de mover y agitar el ánimo infundiéndole afectos vehementes, y con particularidad dolor, tristeza o melancolía.
Y además, y lo que puede parecer para algunos más asombroso, no tiene ninguna acepción más. Es decir, el único significado de la palabra patético es el que toda la vida ha tenido. Por lo tanto se deduce que el nuevo significado que le da mucha gente hoy en día es el abstraído del inglés pathetic que significa según Merriam Webster: 
pitifully inferior or inadequate
Aunque también es de destacar que esta acepción es relativamente nueva (la primera vez que se usó fue por Ruskin en 1856 y se reafirmó como genuino en 1937 con Pathetic Fallacy) y que originalmente su acepción principal era la misma que la del español solo que con un paso más porque los ingleses la acogieron del francés. Por eso podemos encontrar como las dos primeras definiciones del Merriam Webster: cosas como


 : having a capacity to move one to either compassionate or contemptuous pity2
: marked by sorrow or melancholy : sad

Esta situación ocurre con muchas palabras y ha despertado muchas dudas a la hora de trabajar con ellas. Por un lado, hay gente más purista que se niega a aceptar como tal una definición que no es genuina de una lengua y que de cierta forma podría contaminar el lenguaje. Tenemos los casos de performance en lugar de actuación o de show en lugar de espectáculo, tan solo por decir unas.
Por otro lado, y ya hablando más del tema de las traducciones o interpretaciones, nos podemos encontrar con gente que realiza una traducción totalmente correcta en la que traduce "pathetic" por "triste" en el caso referido de la nueva acepción en cuestión pero el revisor o incluso el editor o persona encargada de dar el visto bueno lo tira para atrás porque piensa que no es más adecuado o que incluso el traductor se ha equivocado. 
Hay casos más extremos en los que estos cambios afectan no solo a apalabras sino también a expresiones frasales o incluso puede salpicar cierta ideología homófoba (como es el caso de la palabra "gay" que originalmente en inglés significaba algo divertido y entusiasta y que, en su momento, la gente no aceptó la nueva acepción).

Mi humilde opinión es que siempre hemos de respetar y cuidar nuestro lenguaje. Una lengua es como una cultura o una persona, si no la cuidamos, la respetamos y la tratamos bien se verá influenciada, invadida y perderá su autenticidad para ser convertida en algo nuevo. Por supuesto, también hemos de tener en cuenta que las lenguas están vivas, crecen y necesitan palabras nuevas. Comprendo lo complicado que resulta crear una nueva palabra de la nada y hacer que el mundo la acepte como tal (no sería tampoco la primera vez) pero también pienso que si tenemos palabras, expresiones o recursos para expresarnos en nuestro propio idioma, no deberíamos recoger las mismas de otros para expresarnos. Ningún idioma es demasiado corto ni demasiado grande para una cultura, está claro que se amolda a las necesidades y estas cambian, pero en estos casos (el de patético por ejemplo), tenemos palabras y expresiones que nos cubren las necesidades.

Así que me gustaría concluir este artículo con esta reflexión: cuidemos nuestra lengua.
Espero que os haya parecido interesante y se agradecen las aportaciones.




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Fuentes:
Merriam Webster
Online Etymology Dictionary
RAE

6 comments

Unknown | 7 de septiembre de 2012, 10:49

A mí me pasa con la palabra bizarro, que la gente la usa para describir algo raro o inusual cuando en realidad significa valiente, todo por usarlo como el anglicismo "bizarre".

Inés Alcolea Llopis | 7 de septiembre de 2012, 11:13

Exacto, no me he acordado de incluir ese ejemplo pero de esa palabra estuvimos hablando ayer también justamente con mi compañera. Es el típico ejemplo de cambio de significado por influencia de otros idiomas.

Gracias por la aportación.

Luis Damián Moreno García | 8 de septiembre de 2012, 10:37

Inés, me parece que el influjo entre lenguas seguirá existiendo mientras que convivan varios idiomas y sus hablantes se relacionen entre sí. Sin embargo, no debemos permitir que palabras de otras lenguas desplacen a palabras más castizas.

Una cosa está clara. Si la gente emplea un vocablo con un significado concreto en el día a día, pasará a formar parte de la lengua, sea más o menos correcto teóricamente. Caso claro el de "patético", que ya se ha impuesto. Y en el caso de "bizarro", reconozco que había aceptado como válida la acepción inglesa. Crasa ignorancia.

Otro tema es el de conceptos que no existen en español y que debemos importar. Por ejemplo, a los frikis siempre nos quedará el software, el hardware y el cederrón.

¡Gracias por la lección! ;)

Un saludo,
Luis

Inés Alcolea Llopis | 9 de septiembre de 2012, 7:06

Gracias por el comentario :)
Yo acepto el hecho de que las lenguas evolucionan y que se añadan nuevos significantes a las palabras. No obstante como hispanohablantes tenemos que querer y cuidar a nuestra lengua y en si usamos las palabras como nos viene en gana sin ser conocedores del verdadero significado pues eso nos va a llevar a no ser realmente hablantes del español sino de otra lengua. No veo mal que la gente use otros significados que no son los correctos pero con propiedad, es decir, yo sé que "patético" no significa eso y conozco sus significados pero acepto el nuevo significado y lo uso: ahí bien, pero hemos de combatir la necedad y más cuando esta es sobre NUESTRA lengua. No podemos ser tan vagos de dejarnos llevar por la masa sin más.

Blandibloo =) | 10 de septiembre de 2012, 13:20

¡Nooooo! ¡Me has quitado el ejemplo! Ahora ya no tengo nada interesante que comentar :( ;) solo puedo añadir que se me cayó un mito cuando descubrí el verdadero significado de "bizarro".

Por otro lado, yo soy partidaria de cuidar la lengua, sí, pero también soy consciente de que el proceso de formación de un lenguaje es algo constante. En alemán se añaden 1000 neologismos al año, y no quiero ni imaginarme en el caso del inglés. Creo que hay una línea entre el amor por una lengua y la obsesión que no se debería cruzar (lo siento, me siento idiota diciendo "mundialización" en vez de "globalización". De hecho, el corrector de Blogger hasta me lo marca como error...)
¡Muy interesante tu entrada! (todavía no había tenido tiempo de leerla con calma)

Inés Alcolea Llopis | 11 de septiembre de 2012, 2:09

¡Me alegro de que te resulte interesante! Una vez más repito la situación de que yo no tengo problema con la inclusión de nuevas acepciones y menos aún con la de nuevas palabras, no obstante lo que intento hacer constar es que hemos ser conscientes del lenguaje cuando lo usamos, y de que si usas una palabra con una acepción que no es la genuina, al menos saber que no lo estás usando en su conveniente forma. Pero vamos, las lenguas crecen, evolucionan, se transforman etc. tal vez sea demasiado purista pero me gusta cuidar algo y que quede sin salpicar de otras lenguas. Obviamente siempre las lenguas dominantes vencerán, la teoría de Darwin sirve para todo.

¡Gracias por tu comentario!

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