¿Hay vida más allá de la carrera?

Supongo que hay miles de entradas que tengan un carácter muy similar a este, además tampoco pretendo daros una charla de cómo hay que ser o cuáles son las claves del éxito ya que cada uno tiene sus patrones a seguir, sus metas y yo, por supuesto, no tengo ninguna fórmula maestra (si la tuviese ¡ja! iba a estar yo aquí).
Sin embargo, ayer me preguntó un compañero que acababa de terminar la carrera cuáles habían sido mis pasos para desengancharme de la universidad y yo, la verdad, le ilustré con mi ejemplo de lo que NO debía hacer.
Esto de que alguien más mayor aconseje sobre qué hacer o qué no hacer es como cuando tu madre te dice que te lleves cuidado con esa gente que tiene pinta de ser mala compañía: igualmente harás lo que quieras te diga lo que te diga. Y tampoco hay nada malo en eso, siempre he sido de la teoría de que hasta que no te caes no aprendes, así que no hay nada de malo en querer investigar en el mundo de los adultos sin tomarse muy a pecho los consejos.
Lo más complicado que tiene el mundo real es que no tienes profesores que te den guías de cómo tienes que vivir o qué tienes que hacer para conseguir un número de clientes suficientes para pagarte los vicios. Tampoco tienes unas notas al final de cada cuatrimestre diciéndote si lo has hecho bien o necesitas mejorar, ni unos exámenes que te evalúen los conocimientos que debiste adquirir para ese momento. El mundo adulto es escalofriante, pero no es abrumador si las cosas se toman con filosofía.
Así que sin más dilación daré unos consejos prácticos que no van a traerte la felicidad laboral pero sí te pueden ayudar un poco a no ahogarte (al menos hablando de dentro del mundo de la traducción, por favor, no los uses para tirarte a la piscina sin manguitos si no sabes nadar, no quiero ser responsable):

  • Definir el público al que quieres camelar: sí sé y sé mucho que esto de seccionar a unos posibles clientes que ni siquiera ten han ofrecido trabajo parece una locura, pero piénsalo de esta forma: aunque no selecciones seguirán sin conocerte, ¿por qué? porque no sobresales y, ¿cómo se sobresale? especializándote al menos un poquito en algo. Esto no significa que si alguien te ofrece un encargo que realmente no corresponde a tu especialización le vayas a decir que no ni mucho menos, significa que tendrás un público objetivo al que atacar y unos cursos específicos por los que interesarte.
  • Hacer contactos: ya no solo tradufamous sino también conocer a gente de absolutamente todo tipo de gustos y trabajo, en especial aquellos que sean de la especialidad en la que te gustaría trabajar, ¿cómo? Internet es un mundo, en él puedes encontrar foros, chats, páginas web, etc. Para mí, siempre ha sido muy mala señal de estar bien conectado con gente que en LinkedIn te sugieran contactos traductores y no contactos de aquella especialización en la que quieres trabajar.
  • Ser visible: sí, todo el mundo es muy pesado con esto, pero es verdad. Conozco a más traductores trabajando como tales que son visibles que los invisibles que siempre se preguntan por qué nadie los llama. El hecho de tener una página web y tarjetas molongas no te asegura que vayas a tener a un montón de clientes peleándose por tus servicios, pero al menos da un perfil de más profesional lo cual es importante tanto para el cliente (que te verá atrayente) como para tu autoestima (que te verás capacitado: sí, el decir "¡eh, mira! esto lo he hecho yo" da gustirrín). 
  • Os dejo que los Monty os ilustren: 

Espero que, dentro de lo que cabe, os haya dado algún que otro consejo, aunque básico, para que como mucho este verano si os ahogáis, sea en un vaso de tinto de verano. Se agradecen los comentarios y los cheques regalo a algún destino turístico exótico para mediados de septiembre.

Reply to this post

Publicar un comentario