La importancia de ser visible en internet

Este es un artículo rápido dedicado especialmente a una amiga que está descubriendo que ya "todo va por internet ¬¬".
Por suerte o por desgracia, y esto no es un dilema moral ni una preferencia: es un hecho, ahora mismo las nuevas tecnologías nos están comiendo. Prima la efectividad y la economía de muchas formas. Además, en una profesión como la traducción, que puedes trabajar en todos los sitios del mundo, lo de dar un CV en mano ya no se lleva tanto. Esto no quita que siempre una buena presencia y un contacto físico (o auditivo) no te haga ganar puntos, sin embargo antes o después aparecerá el tema internet. Las empresas ya no quieren pilas de CV en DIN A-4 con tus referencias, quieren algo informatizado que incluir en una base de datos.
Ante esta situación tenemos dos actitudes: obcecarnos en seguir imprimiendo CV y haciendo ejercicio recorriéndonos todas las empresa de nuestra ciudad y alrededores, o rendirte a la presión de internet.
Con esto no te quiero decir Paula que te hagas una página web, que te hagas twitter, que tengas un blog el cual actualices religiosamente hasta con la cantidad de moscas que han volado sobre tu escritorio hoy, tampoco que estés en todas las redes sociales de búsqueda de empleo de la que tengo una muy peculiar opinión, pero sí te recomiendo que empieces a planteártelo.
Es el mundo que nos ha tocado vivir, tal vez antes el que era capaz de hacer fuego con dos piedras rodadas lo era todo, y ahora lo es todo quien esté en las top list de la nube traductológica. Seguramente, como ya me criticaba un amigo que me rebate que internet no lo es todo, ahora haya una guerra tecnológica, un apagón histórico en el que esa nube desaparezca y nos quedemos todos a ciegas, y puede que ahí mucha gente muera porque no sepa hacer fuego con esas dos piedras. Pero mientras internet siga siendo el hogar de la información de hoy en día, si no te indexas no eres nadie.
Así que dentro de ese hueco que pasamos en el día (más grande o más pequeño) haciéndonos un hueco en el mundo de la traducción; tened en cuenta que ese mundo tiene dos realidades: la virtual y la física, así que no te puedes dar por contento cubriendo una sola.

Entre las agencias y las empresas ya no se llevan los folios de currículum, se llevan las tarjetas de visita que puedes tener siempre a mano en el bolsillo para dársela hasta el taxista que te trae de vuelta a casa, nunca sabes dónde te puedes encontrar a tu propio cliente. En esas tarjetas puedes ser muy bruto y meter todos tus datos, pero siempre quedará más state-state-of-the-art incluir tan solo una página web que nos lleve al mundo virtual de tu yo basado en ceros y unos.

Y si eres una persona que no le gusta realmente la informática ni internet, hacer todo este tipo de cosas no cuesta tanto, no hace falta que seas el tuitero de moda, pero solo con dedicarle una hora al día a virtualizarte, te puede dar, como mínimo más visibilidad. Y esto es lo que, a la larga o la corta, busca un traductor o intérprete freelance.

Lo siento por tanto intrusismo inglés, pero es que me sentía mu moderna hoy.

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