La rima asesina

No sé si alguna vez os ha dado por escribir poesía rimada o se os ha encomendado la ardua tarea de traducir poesía que como requisito tenga que estar rimada. Pues bien, si es así os habréis dado cuenta de que te pueden pasar dos cosas:

1. Que ese día te hayas levantado inspirada, con las musas susurrándote al oído palabras celestiales para tus composiciones terrenales.
2. Que sea un día normal que la única inspiración que encuentres sea la de imaginarte figuras en los restos de la tostada que te has tomado para desayunar.

Comúnmente, a no ser que tengamos a algún/a Shakespeare entre nuestras filas, suele pasar lo segundo y que mientras vas tranquilamente con tu encargo o tu obra maestra te encuentres con que hay una rima que te mata y no te deja vivir. Por muy rico que sea tu vocabulario, siempre habrá algún momento en el que la lucidez decide tomarse unas vacaciones. Para resolver ese problema un poco, os dejo aquí un recurso bastante interesante que, a pesar de que parezca que estás haciendo trampas, no es eso en absoluto: se trata de un diccionario rimador, y la verdad que está bastante completito. Tiene un buscador que según las opciones puedes ponerlo en varios idiomas y además en el caso del castellano, puedes jugar un poco con el tipo de resultado que quieres que te salga (también tengo que decir que es algo limitado, pero nos puede sacar de algún apuro.

Como se ve en la imagen, además de las palabras también nos dan dos simbolitos a su lado. El primero lo enlaza con su definición de el RAE para poder así a un mismo tiempo comprobar su significado y el segundo símbolo lo enlaza con los sinónimos que Wordreference da.


Espero que os venga bien el diccionario de rimas.

2 comments

Anhelle | 24 de marzo de 2012, 15:12

A mí la rima me parece complicada, porque hay veces que no sale y no sale... vamos que ya le puedes dar vueltas al verso que no se te ocurre nada. Claro que un diccionario de rimas sirve, aunque yo creo que, como muchas traducciones y obras literarias, muchas veces funciona el dejarlo reposar. Lo que pasa es que nos obcecamos en solucionarlo para ya, y pasa lo que pasa (tampoco es que tengas más remedio en un examen... )

Inés Alcolea Llopis | 26 de marzo de 2012, 3:55

El "dejarlo reposar" siempre es la mejor opción, pero hay muchas veces que urge mucho, o que no quieres dejarlo así, entonces estas palabras, bien te pueden servir, bien inspirarte o cubrir ese hueco hasta el día siguiente que lo vuelvas a leer.

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