Invertir en nosotros mismos


Por suerte o por desgracia, la labor del traductor o intérprete es más parecida a la de un atleta de élite más que a la de un banquero. Esto significa que tenemos que entrenarnos de forma regular y no dejar ninguna disciplina más en desuso u olvidada.
    Esto es aplicable a todo, desde los idiomas que hablamos hasta las herramientas que usamos o la versatilidad de nuestras capacidades y aCtitudes. Parece obvio que tengamos que estar en continuo contacto con los idiomas que hemos adquirido, bien sea viendo series en versión original, hablando con nuestros amigos extranjeros, asistiendo a cursos de mejora de los idiomas extranjeros etc. Sin embargo muchas veces se nos olvida que también tenemos que practicar y agilizar otros muchos ejercicios y labores que no nos parecen tan obvias. Con estas me refiero a la mecanografía, lectura, interpretación o estudio de otros idiomas tales como el html además de indagar y explorar la multitud de programas y diferente software que nos podría ser útil y aún no hemos llegado a manejar. Esto que puede parecer un rollazo ha de sernos totalmente lúdico bien sea motivado por algo interno como puede ser tu autoestima y capacidad devoradora insaciable del saber o por algún incentivo externo, como bien sea la rapidez y soltura que después obtendremos a la hora de realizar nuestras tareas profesionales.
    En el caso de ciertas prácticas como la mecanografía, se pueden adquirir por constancia de repetición creada por un uso y una costumbre muy habitual de teclear, o también se puede adquirir con cursos de mecanografía que suponen una inversión segura para el bolsillo. No obstante, aún con estos cursos realizados o con una habilidad exquisita en el mecanografiado, no hemos de olvidar que estas cosas sin práctica se pierden, por eso tenemos que seguir practicando y estar al día en nuestra capacidad de escribir palabras por minuto.

Typing Test Score
También el hecho de escribir de forma habitual nos puede proporcionar una habilidad y manejo de la expresión más amplia a la hora de traducir. Está claro que no siempre tendremos traducción literaria como tarea, pero a nadie le viene mal saber expresarse mejor. Si no eres una persona muy imaginativa y dada a crear historias, puedes bien escribir un diario bien inventarte un personaje y proponerte escribir de forma habitual una anécdota que le haya pasado a ese personaje ese día.
En resumen, lo que intento decir es que, esos ratos de tiempo libre por falta de trabajo, no son ratos improductivos pues se pueden dedicar a ampliar el conocimiento y la habilidad del uso de herramientas y nuestra propia lengua, cosa que de normal y con mucho trabajo, no podemos hacer.

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